Los años no pasan en vano y poco a poco van dejando huella en nuestra personalidad y en nuestras vidas. Unos seremos muy exitosos y habremos conseguido todas las metas que nos habíamos propuesto de jóvenes y otros estaremos estancados sin evolucionar o simplemente las cosas no nos han ido tan bien como a los demás.Sea como sea, está claro que cuando llegamos a cierta edad comenzamos a hacer un historial de los acontecimientos pasados o de lo que nos hubiera gustado vivir, y a menudo encontramos insatisfacción o pesadumbre por la tarea sin cumplir o por las metas sin conseguir.
Los años no perdonan, pero no deberían ser un obstáculo para reorganizarnos de nuevo y buscar el aliciente o la satisfacción en aquello que tanto nos hubiera gustado. Tal vez realizando algunos cambios en nuestras vidas podríamos conseguir satisfacer nuestras necesidades, las cuales mantenemos descubiertas desde niños.
Los años no perdonan, pero no deberían ser un obstáculo para reorganizarnos de nuevo y buscar el aliciente o la satisfacción en aquello que tanto nos hubiera gustado. Tal vez realizando algunos cambios en nuestras vidas podríamos conseguir satisfacer nuestras necesidades, las cuales mantenemos descubiertas desde niños.
1 comentario:
nice blog
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